Las personas necesitamos el contacto con la naturaleza para tener una buena calidad de vida. En los últimos años muchas personas hemos experimentado los beneficios del teletrabajo frente al trabajo en la oficina.
¿Por qué nos resulta tan atractiva la idea de trabajar desde casa cuando hay más inconvenientes que ventajas?
Aunque puede parecer que el teletrabajo nos proporciona libertad, en realidad nos aísla en un entorno en el que otros muchos factores demandan nuestra atención. Cuando trabajamos en casa nos distraemos más, siendo menos productivos. Esto en muchas ocasiones alarga nuestra jornada laboral, consumiendo incluso más tiempo del que hubiéramos destinado al transporte entre el hogar y la oficina.
¿Qué es exactamente lo que hace que le resulte tan atractivo a tantos trabajadores?
El motivo es que el modelo de oficina de los últimos años ha quedado obsoleto. Los límites entre la oficina y el hogar se han difuminado. Los trabajadores demandan espacios más acogedores y saludables en los que poder desarrollar sus actividades, ganando y no perdiendo calidad de vida.
Si pidiéramos a cualquier adulto que hiciera un dibujo de su concepto de una oficina cualquiera y posteriormente el dibujo de cómo sería un despacho ideal en su vivienda, los dibujos no se parecerían más que en la mesa y la silla. Los materiales y sus calidades no serían comparables, la presencia de elementos y su distribución sería diferente. En definitiva, las oficinas no se parecen en nada a un entorno deseable o atractivo para trabajar.
En esto interviene en gran medida nuestra predisposición a sentirnos atraídos por los entornos naturales. La presencia de plantas, la luz natural, ciertas paletas de colores, ambientes limpios y frescos, materiales nobles, etc., son importantes para nuestro bienestar. Por ese motivo debemos prestar atención a la biofilia, entre otros aspectos, en el diseño de nuestras oficinas.
El informe de Interface “Espacios Humanos: El impacto Mundial del diseño Biofílico en el lugar de trabajo.”, nos indica que los trabajadores en oficinas con elementos naturales (vegetación e iluminación natural) presentan un 15% más de bienestar y creatividad. Además, demuestra que atender al criterio biofílico influye muy positivamente sobre la felicidad y la productividad de los ocupantes del espacio, reduciendo en más de un 30% el cansancio, la ansiedad y los casos de depresión laboral.
En resumen, no se puede hoy en día hablar de un espacio de oficina saludable sin tener en cuenta la biofilia en su diseño.
Las plantas naturales son las grandes favoritas en este sentido. En primer lugar, son elementos que requieren una inversión muy pequeña y poco mantenimiento. En segundo lugar y más importante, aportan una paleta de color que favorece la concentración y la productividad, mejoran la calidad del aire, proporcionan intimidad visual sin sensación de encierro, amortiguan el ruido ambiente, encajan bien en una gran variedad de estilos, tienen una estética muy valorada y algunas tienen excelentes cualidades en la absorción de la radiación electromagnética.
Pero las plantas son solo un ejemplo y desde luego no son la única opción. El simbolismo es igualmente poderoso desde el punto de vista biofílico. La presencia de materiales como la madera o la piedra, los colores en tonalidades que podemos encontrar frecuentemente en entornos naturales, las formas orgánicas, las vistas a través de ventanas, la presencia de cuadros, láminas u otros elementos decorativos que nos conecten con la naturaleza, etc., tienen los mismos efectos sobre nuestras emociones.